miércoles, 22 de mayo de 2013

VIH, una enfermedad social

Quiero comenzar este post con lo siguiente: el VIH no es lo mismo que el SIDA.

Partiendo de este planteamiento, debemos entender que una persona que padece del VIH puede tener una calidad de vida normal ¿Que si es controlada? si, si es controlada, pero hoy en día quién no controla algo en su vida con pastillas y medicamentos que poco a poco van deteriorando el cuerpo. Conozco un sin fin de individuos que toman píldoras para no engordar, para la insulina, tiroides, demencia, etc, etc...


Me atrevo a escribir sobre el tema, porque tengo el placer de compartir y conocer de cerca a seres humanos con esta condición, y no precisamente fueron contagiados por ser promiscuos, sino por transfusiones o medicamentos  proporcionados de forma intravenosa.

El VIH es un claro ejemplo de la ignorancia en nuestra sociedad. Juzgamos a alguien por padecer de algo que no se contagia tan fácilmente, y además de señalar, no nos ponemos en la tarea de investigar qué es, cómo se transmite, qué es una carga viral, si pueden tener pareja, cómo se sienten, si tienen amigos; en fin, somos tan egoístas que solo nos persignamos con tal de no padecer esa enfermedad.

En lo que llevo de compartir con personas con esta condición, puedo resaltar que algunas tienen parejas sanas, a la cual se les denomina "Serodiscordantes". Me he dado cuenta que son seres con cualidades positivas, tal vez se deba a que tienen algo que los ayudó a ser más humanos y a valorar la vida por otras razones que desconocemos.

Y para cerrar, el mayor temor de todos los que he conocido con VIH es la sociedad. Es que alguien se de cuenta de que toma el medicamento y lo vaya a juzgar, que les dejen de hablar, que no les den trabajo, que no los aseguren, que no encuentren amigos, pareja, que la familia los deje de apoyar. ¿Es esto justo?

Sé que es poca la información ciéntifica que ofrezco en este post, solo quiero sensibilizar a las personas, no solo con el tema del VIH, sino con todo en la vida. No podemos andar por ahí señalando a los que son diferentes a nosotros, ni rechazando personas que tal vez tienen muchas cosas para aportar.

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